Judíos y musulmanes por la nacionalidad española
Siendo
ministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón, por el Partido Popular,
fue el impulsor de una ley que concedía la nacionalidad española a todo
judío que acreditase su descendencia respecto a aquellos que hace 500
años fueron expulsados de España por los Reyes Católicos. Recordemos que
en 1492 los Reyes Católicos expulsaron a los judíos de sus reinos, por sus crímenes y por practicar la usura, y que su expulsión fue primordial para asentar y forjar la unidad nacional.
La aberración normativa de Gallardón, que regala a los judíos la
nacionalidad española, abrió el camino para que también se nos echen los
moros “a la chepa”.
Éstos también fueron sometidos y
expulsados por los cristianos en la Edad Media, y las entidades
musulmanas están ahora exigiendo “lo suyo”.
Ahmed Bensalh, político
y sindicalista tunecino, escribió que la “decisión de conceder la
nacionalidad española a los descendientes de los hebreos en España en
los siglos XV y XVI, sin tener en cuenta a los moriscos, herederos de
los musulmanes, es sin lugar a dudas, una segregación y discriminación
flagrante, ya que ambas comunidades sufrieron por igual en España en ese
momento. La decisión también podría ser considerada por la comunidad
internacional como un acto histórico de absoluta inmoralidad e
injusticia… Esta decisión es absolutamente vergonzosa y deshonrosa”.
Así es que en la actualidad diversas entidades musulmanas reclaman la
ciudadanía española para decenas de millones de descendientes de los
musulmanes que fueron expulsados de España.
Jamal Bin Ammar
al- Ahmar, profesor universitario en la Universidad Ferhat Abbas de
Argelia, quiere que el rey de España pida disculpas “en nombre de sus
antepasados” y que asuma “la responsabilidad de las consecuencias” que
esto implica, entre ellas lanzando “un decreto que permita a los
inmigrantes regresar a sus hogares en Andalucía, y que les conceda
plenos derechos de ciudadanía”.
Es evidente que con el
otorgamiento de la ciudadanía a todos ellos, España, en poco tiempo,
acabaría con la mayor población musulmana de toda Europa.
J.M. Pérez